IM MEDICO #69

45 La patología neuroendocrina es de lo más diversa y, aunque la mayor parte de las enfermedades que afectan a este sistema son enfermedades que se consideran raras debido al número de pacientes afectos, esta diversidad hace que, año tras año, siempre existan novedades en el campo del diagnóstico, seguimiento o tratamiento. Por esta razón, afirma Pablo Jesús Remón Ruiz, secretario del Área de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), “siempre ocupa un rol central en los congresos de la SEEN”. Y en la próxima edición no va a ser menos. Así pues, el doctor adelanta que “la patología neuroendocrina se abordará tanto de forma específica con mesas, ponencias y encuentros con el experto individuales, como de forma compartida con otras enfermedades endocrinas por la relación de la neuroendocrino con otras enfermedades”. De esta forma, “se discutirán temas como la hiperplasia suprarrenal congénita, las neoplasias endocrinas múltiples, la deficiencia y resistencia a vasopresina, el síndrome de Cushing, la acromegalia, la deficiencia de hormonas hipofisarias, la insuficiencia suprarrenal, los tumores hipofisarios agresivos, el carcinoma adrenocortical y los tumores neuroendocrinos”, añade. En relación con los tumores neuroendocrinos (TNE), el especialista informa de que tienen una incidencia relativamente baja en la población general, “pero su detección ha aumentado en los últimos años gracias a mejores técnicas diagnósticas y una mayor conciencia entre los profesionales de la salud”. “Se estima que la incidencia es de aproximadamente 5-7 casos por cada 100.000 personas al año. Entre los TNE, los más frecuentes son los tumores de origen gastrointestinal, que incluyen los carcinoides intestinales y los tumores pancreáticos, seguidos por los tumores pulmonares”, señala. Además, bajo su punto de vista, los tumores neuroendocrinos presentan varios desafíos clínicos y de investigación en función de la estirpe, del grado de diferenciación y del carácter secretor hormonal o no. “En los casos no-secretores, su diagnóstico puede ser complicado debido a la variedad de síntomas inespecíficos y la lenta progresión de la enfermedad en muchos casos. Esto puede llevar a un diagnóstico tardío y en estadios más avanzados”, indica el endocrinólogo. Además, añade, “la heterogeneidad biológica de estos tumores implica que no todos los pacientes responden de igual manera a los tratamientos disponibles, lo que requiere un enfoque personalizado y multidisciplinar en su manejo”. “La resistencia a las terapias convencionales en algunos casos es otro desafío significativo, así como la necesidad de desarrollar nuevas terapias dirigidas y combinaciones de tratamientos que puedan mejorar los resultados”, recalca. Asimismo, considera que la “monitorización y el seguimiento a largo plazo de los pacientes también es crucial, ya que estos tumores pueden recurrir o metastatizar después de años de aparente control”. Por último, Remón Ruiz destaca “la importancia de la colaboración y la educación continuas entre las diversas disciplinas médicas implicadas en el manejo de patología neuroendocrina”. A su modo de ver, “la complejidad de estas enfermedades requiere una coordinación estrecha entre endocrinólogos, oncólogos, cirujanos, radiólogos y otros especialistas para proporcionar una atención integral y efectiva a los pacientes”. De igual modo, apunta para concluir, “es esencial fomentar la investigación en el campo de la neuroendocrinología para descubrir nuevos biomarcadores y dianas terapéuticas, lo que podría conducir a tratamientos más personalizados y eficaces”. “LA COMPLEJIDAD DE LA PATOLOGÍA NEUROENDOCRINA REQUIERE UNA COORDINACIÓN ESTRECHA PARA PROPORCIONAR UNA ATENCIÓN INTEGRAL Y EFECTIVA A LOS PACIENTES” PABLO JESÚS REMÓN RUIZ SECRETARIO DEL ÁREA DE NEUROENDOCRINOLOGÍA DE LA SEEN (Nº COLEGIADO: 414117050)

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