44 ENDOCRINOLOGÍA FELICIA ALEXANDRA HANZU COORDINADORA DEL ÁREA DE NEUROENDOCRINOLOGÍA DE LA SEEN (Nº COLEGIADA: 080841516) La patología neuroendocrina es de lo más diversa, por esa razón, “es muy difícil enumerar todas las enfermedades”, según palabras de Felicia Alexandra Hanzu, coordinadora del Área de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Aunque, principalmente, menciona “la inflamación, hipo/ hiperfunción, neoplasia que se presenta a nivel glandular induce un exceso/déficit hormonal y aumento/disminución de tamaño de la glándula respectiva”. Respecto a la causa de estas patologías, la doctora explica que es “genética, inmune, farmacológica, ambiental o neoplásica (tumoral) e infecciosa”. Cabe destacar que “la gran mayoría de las neoplasias que se originan en las glándulas endocrinas son benignas- adenomas, mientras que los tumores endocrinos que se originan en células neuroendocrinas de otros tejidos (por ejemplo, en el pulmón o en el sistema digestivo). Pueden presentarse con varios potenciales de malignidad en función del grado de diferenciación”. En cuanto al abordaje de las patologías neurooendocrinas, también es muy diverso. Eso sí, aclara que, en general, “casi todas requieren de un abordaje multidisciplinario en un equipo de especialistas médicos, y en un centro con experiencia”. “En todos los casos, en estos comités participan Endocrinología, Cirugía, Radiología, Anatomo-Patología y Medicina Nuclear y, en función de la benignidad y de los tejidos afectados, otras especialidades médicas”, agrega. También desarrolla los avances diagnósticos y terapéuticos más relevantes. Entre ellos, menciona “el avance en el diagnóstico de la deficiencia de vasopresina, de la diabetes insípida, debido al descubrimiento de la copeptina, la hormona precursora de la vasopresina que ha llevado al cambio de la principal prueba diagnóstica de esta patología”. Asimismo, se ha sustituido la histórica prueba “de la sed” con un test que se puede realizar de forma ambulatoria y es menos invasivo. “Incluso se ha propuesto el cambio del nombre de la diabetes insípida a déficit de copeptina”, prosigue. Otro campo a destacar es el de las hipofisitis, “las inflamaciones de la glándula hipofisaria en cuya etiología se han añadido las hipofisitis o el déficit aislado de ACTH debido a la inmunoterapia oncológica, así como nuevas formas de hipofisitis paraneoplasicas”. También explica que “se ha demostrado en un estudio nacional la eficacia de la utilización del test de octreotide como factor de pronóstico terapéutico para la respuesta al tratamiento con análogos de somatostatina en acromegalia”. De igual forma, la especialista señala que este año se ha publicado la guía de consenso de tratamiento de la insuficiencia suprarrenal por tratamiento con corticoides, “que ha constituido un punto de referencia en los congresos, siendo una guía importante para todas las especialidades médicas prescriptoras de corticoides”. Con respecto al avance terapéutico, “destacan las terapias dirigidas teranósticas, como los radionúclidos por su aplicación cada vez más amplia en tumores de estirpe neuroendocrina; las técnicas quirúrgicas avanzadas con herramientas de localización y abordajes mínimamente invasivos; la radiocirugía, incluyendo terapia con protones; y los tratamientos sistémicos con análogos de la somatostatina e inhibidores multiquinasas”. “Estos tratamientos han contribuido a controlar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, subraya Hanzu. Debido a todo ello, considera “esencial fomentar el abordaje multidisciplinario clínico y la investigación en el campo de la neuroendocrinología para proporcionar la atención integral al paciente y descubrir dianas de tratamientos más personalizados y eficaces”. Finalmente, la endocrinóloga resalta “la importancia de la concienciación pública sobre estas enfermedades, que, aunque raras, tienen un impacto significativo en la vida de los pacientes y sus familias”. “La educación y el apoyo a los pacientes son fundamentales para mejorar los resultados y la calidad de vida de quienes viven con tumores neuroendocrinos. La disponibilidad de medicamentos adecuados para estas patologías, algunas poco, frecuentes es crucial”, concluye. “LA EDUCACIÓN Y EL APOYO A LOS PACIENTES SON FUNDAMENTALES PARA MEJORAR LOS RESULTADOS Y LA CALIDAD DE VIDA DE QUIENES VIVEN CON TUMORES NEUROENDOCRINOS”
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